Sí, los consumidores odian la ‘discriminación de precios’, pero adoran los descuentos
Estos han sido unos años raros y enloquecedores para los consumidores debido a que los precios de los productos de primera necesidad aumentan y, luego, bajan, lo cual pone patas arriba los presupuestos familiares.
Tal vez por eso, a fines de febrero, internet se rebeló contra un plan de Wendy’s para tratar de variar los precios de su menú en diferentes horas del día. Pero si resulta que el desayuno de hamburguesas con tocino cuesta 6,99 dólares a las 7 a. m. y 7,99 dólares tres horas después, ¿en qué podemos confiar realmente?
Luego, la empresa de hamburguesas publicó un comunicado que decía que no aumentaría los precios durante las horas del día de mayor afluencia, sino que pondría descuentos durante las horas menos concurridas. Sin embargo, este episodio no detiene la proliferación continua de los llamados precios dinámicos, que son un método de fijación de precios en respuesta a los patrones cambiantes de la oferta y la demanda. Tal vez ni siquiera frene el desarrollo de los “precios personalizados”, que se dirigen a las personas en función de su disposición personal a pagar.
Además, en muchas circunstancias, es posible que los consumidores se dejen convencer si creen que las empresas están siendo sinceras acerca de la manera en que están cambiando los precios y de la información que están usando para hacerlo.
“Tiene que haber transparencia y tiene que ser algo lógico para los consumidores”, señaló Craig Zawada, especialista en fijación de precios en PROS, una empresa consultora que ayudó a lanzar las tarifas dinámicas de las aerolíneas en la década de 1980 y ahora trabaja en otras decenas de industrias. “En general, desde el punto de vista del comprador, tiene que haber una percepción de honestidad”.